| ( Mexico ) A sus 5 años de edad el pequeño Jesús Antonio Escalante, vio cumplirse uno de sus sueños, ser bombero, esto gracias a su terapeuta, porque Jesús es un niño que tiene parálisis cerebral, pero eso no le impide entender la importancia de esa profesión.
Jesús, es un pequeño que por su parálisis cerebral, tiene problemas para caminar y moverse, pero según las palabras de su madre Rosalía Cázares, desde los tres años comenzó a decir que él quería ser bombero. Cuando alguien le pregunta a Jesús por qué quiere ser bombero, éste responde “para apagar el fuego y salvar vidas”, aunque también dice que le gustaría subirse a las escaleras que utilizan los elementos de dicho grupo. El contacto de Jesús Antonio Escalante con el Cuerpo de Bomberos “Gustavo L. Manríquez”, se dio a través de su terapeuta físico, Juan Pablo Gómez Garza, quien desde que conoció al pequeño hace algunos meses, éste le habló sobre su admiración hacía los llamados “traga humos”. Juan Pablo Gómez Garza hizo el contacto con los bomberos, a través del presidente del patronato de dicho grupo, Rodolfo Monroy Rivera, mejor conocido como Don Fito, quien le platicó del caso al comandante Manuel Hernández Domínguez y entonces se preparó la recepción del pequeño. La alegría que Jesús reflejaba en su rostro a la llegada de la estación de bomberos, contagiaba a los presentes y por momentos el pequeño parecía no creer encontrarse en el lugar, sin saber lo que le esperaba. De entrada Jesús recibió una sudadera con el logotipo del Cuerpo de Bomberos Gustavo L. Manríquez”, así como su nombre grabado y la leyenda de Bomberito; también le pusieron un casco y le entregaron un radio en mano. Se cumple su sueño Además de la sonrisa, Jesús dijo al comandante Hernández Domínguez, cuando éste le puso el casco, “está muy grande y pesado”, pero aún así se negaba a que se lo quitaran, pues sabía que en ese momento era todo un bombero. Al llegar a los patios de la estación y ver las máquinas extintoras conocidas también como bomberas, su sorpresa aumentó y al preguntársele en cual quería recorrer la ciudad, no dudó dos veces para señalar y decir “en aquella”, mostrando la más grande que había en el lugar. Posteriormente él, su madre y su terapeuta subieron a la cabina de la bombera, la cual era conducida por el elemento Hugo Rivas; después inició el recorrido, en donde la sonrisa reflejada en el rostro de Jesús parecía que jamás terminaría. Con radio en mano y el apoyo de su madre y terapeuta, el pequeño echó mano de sus habilidades y con fuerza jaló una y otra vez la cadena para sonar el claxon, así como activar las sirenas de la unidad. El primer recorrido que realizó el ahora bomberito, fue por las calles aledañas a la estación central del Cuerpo de Bomberos, en donde el pequeño sonreía y saludaba a la gente. A su llegada de regreso a la estación de bomberos, al preguntársele qué le pareció el paseo éste respondió “súper genial estuvo la vuelta”, al tiempo que sonreía y buscaba el hombro de su terapeuta para recostarse en señal de conformidad. El recorrido continuó Las preguntas al pequeño siguieron, el comandante, Hernández Domínguez y Don Fito Monroy, lo cuestionaron sobre el paseo y éste dijo “estuvo muy bien, pero yo quería ir atrás, donde van los bomberos. Su sueño nuevamente se hizo realidad, subió a la bombera en la parte de atrás, junto con su madre y terapeuta, ahora para emprender un recorrido por distintas calles de la ciudad, para visitar las distintas subestaciones de bomberos, empezando por la de San Miguel denominada La sonrisa de Jesús, nuevamente se dibujó en su sonrisa, reflejaba entre alegría y nervios, ahora sí era todo un bombero, con radio en mano y en el lugar que a diario ocupan los 1 ›› El pequeño Jesús Antonio a bordo de una carro bomba, acompañado de su terapeuta y elementos del cuerpo de rescate. 2 ›› Feliz luce Jesús Antonio al cumplir su deseo. 3 ›› Acompañado del personal del Cuerpo de Bomberos Voluntarios. 4 ›› En su primer llamado de rescate, el pequeño luce emocionado. |
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