Bomberos de 35 municipios mexiquenses, cumplen cien horas de estar acampando frente a las oficinas centrales del Gobierno del Estado de México (GEM), para demandar el reconocimiento de su organización como un sindicato.
Francisco Hernández, secretario de la organización que en 2007 aglutinaba a 175 bomberos y que hoy -según su líder– suma alrededor de 500, denunció que el Tribunal de Conciliación y Arbitraje de la entidad les ha negado en cuatro ocasiones su reconocimiento.
«En cuatro ocasiones el Juzgado Quinto de Distrito nos ha concedido un amparo y ha ordenado al Tribunal de Conciliación estatal que argumente su resolución -de no reconocimiento–, pero las cuatro veces ha resuelto lo mismo aunque con algunas variantes», sostuvo el dirigente que se desempeña como Bombero en el municipio de Naucalpan.
Precisó que uno de los argumentos que esgrime el Tribunal laboral estatal para no reconocer su organización como un sindicato, consiste en la «cuota» de 20 trabajadores que se requieren para conformar una organización de este tipo.
Señalamiento, sostuvo Francisco Hernández, que por sí sólo se viene abajo, ya que en un primer listado de miembros que se otorgó en ventanillas del Tribunal, figuraban 175 nombres de trabajadores que se desempeñan en el Heroico Cuerpo de Bomberos de por lo menos una docena de distintos municipios.
Al respecto, el secretario del Trabajo, Fernando Maldonado, sostuvo que a dicha organización no se le ha brindado su reconocimiento, a partir de que no han cubierto en tiempo y forma, todos los requisitos que se les ha solicitado.
Negó que la política del GEM, sea la de truncar el nacimiento de nuevas organizaciones de carácter sindical.
Datos oficiales de la Secretaría del Trabajo a los que este medio tuvo acceso, precisan que en el 2009 y mes de enero del presente año, no se había otorgado ningún reconocimiento de carácter sindical a alguna organización.
¿Cuántas organizaciones están en espera de que se les otorgue su reconocimiento?, se le cuestionó al secretario del Trabajo, Fernando Maldonado.
«No muchas», respondió.